martes, 24 de enero de 2012

Empleados eficientes, el reto.

¿Qué es la efectividad laboral?
Es una pregunta clave cuya respuesta es fundamental: alinear perfectamente el conocimiento, la habilidad, la capacidad de un empleado a la actividad encomendada por la empresa.

No basta con saber que un colaborador es muy bueno y capaz. El gran reto es que todo lo que es y sabe se plasme y produzca dividendos inmediatos en las tareas que le son conferidas.

Hay personas que son contratadas porque tienen grandes talentos, pero muchas veces, esa gran expectativa que se tiene no se traduce en una mayor productividad para la empresa.


La efectividad laboral en una organización no es algo que se dé en automático. Requiere trabajarse, impulsarse, promoverse.


¿Cómo se logra esto?
Para que la efectividad laboral sea una realidad, se requiere de dos aspectos fundamentales:

Por un lado que el empleado posea talentos que no son tangibles, pero indispensables para alcanzar la integración total con la misión conferida en una organización: liderazgo, habilidades interpersonales, buen auto-concepto de sí mismo, convicción en los ideales, comunicación asertiva, capacidad para el trabajo en equipo y otras competencias laborales.


El otro elemento fundamental que toda empresa requiere de quien la lidere, es impulsar la efectividad laboral de sus empleados y la consolide al nivel de los desafíos de la organización. El fomento de la efectividad laboral requiere del diseño de un programa específico, para ello, su impulso debería ser un compromiso y formar parte central en la estrategia del negocio para conservar solamente a los empleados que tienen la actitud para ayudar a alcanzar el éxito.


Diferenciar entre Empleados Eficientes o no.


Empleado de alto desempeño:
 
  • Viene a trabajar con una actitud positiva.
  • Resuelve problemas.
  • Buena influencia.
  • Propone soluciones.
  • Demuestra alto compromiso para hacer mejor las cosas para la unidad de trabajo y para la organización como un todo.
  • Desea el cambio para el bien de la organización.
  • Se esfuerza por lograr un desarrollo profesional continuo.
Empleado de mediano desempeño:

  • Es leal. 
  • Influenciado por las personas con alto y bajo desempeño.
  • Quiere hacer un buen trabajo.
  • Ayuda al manager a tomar conciencia de los problemas.
  • Comprometido con el mejoramiento del desempeño de la unidad de trabajo y la organización.
  • Necesita coaching.
  • Invierte en su propio desarrollo profesional.
  • Usualmente viene a trabajar con una actitud positiva y ocasionalmente se ve atrapado por la actitud negativa de otros.
Empleado de bajo desempeño:

  • Identifica los problemas de forma negativa.
  • Pasivo-agresivo.
  • Dice que el problema es el manager.
  • Demuestra poco compromiso con la unidad de trabajo y con la organización.
  • Manifiesta poco interés en mejorar su desempeño o el desempeño de la organización.
  • Desarrolla habilidades profesionales sólo cuando es requerido.
  • Viene a trabajar con una actitud negativa.
  • Tiene influencia negativa en el entorno de trabajo.

Fuente: Enciende tu mente, información para emprendedores.